domingo, 14 de abril de 2013

INTRODUCCIÓN

La investigación genética ha experimentado importantes adelantos a partir del descubrimiento de las leyes de Mendel. El conocimiento genético, importante en el desarrollo de la ciencia y evolución de la sociedad, tiene cada vez mayor resonancia en muchos campos, teneos: la inmunología, la química de las proteínas, la fisiología celular, la biología del desarrollo, la medicina, la agricultura y la industria.
La función más importante de la genética se proyecta hoy sobre problemas agrícolas. Nuevos modos de elevar la productividad de la agricultura y mejorar la nutrición del hombre, pueden ser logradas con la aplicación de una agricultura desarrollada en un sistema socialista en el cual la genética puede jugar un papel importante.
Aspectos tales como son la herencia poligenética, las interacciones del genotipo ambiente, la mutación, la regulación genómica, la regulación de los sistemas de reproducción, la resistencia a plagas, enfermedades y otros, factores desfavorables, tienen especial importancia en la agricultura.
El conocimiento de los principios básicos de la genética, sus leyes fundamentales; y la aplicación actual de la bioestadística son conocimientos indispensables para poder profundizar y aplicar esta ciencia.

DEFINICIÓN

Según la Loma (1963), se llama genética a la ciencia que estudia los fenómenos relativos a la herencia y la variación en los seres vivos. Su finalidad es, pues, el descubrimiento de las leyes que rigen la transmisión de los caracteres que presentan los individuos a su descendencia y a la determinación de las causas a que obedecen las diferencias que se observan entre los seres que pertenecen a esa descendencia.

OBJETIVO

La definición anterior es general, ya que se refiere a la ciencia genética en su conjunto; no obstante si tenemos en cuenta que esta ciencia tiene diversos campos de aplicación y objetivos específicos en  cada uno de ellos, podemos expresar que ella abarca según el campo de que se trate aspectos diversos como son: la naturaleza bioquímica de la herencia de las relaciones genotipo ambiente y su expresión, los aspectos evolutivos así como el mejoramiento genético de las especies de plantas y animales cultivados y la herencia y variabilidad de caracteres simples y complejos de los mismos.


CAMPOS DE APLICACIÓN

El estudio de la genética puede considerarse desde los puntos de vista, el de la genética general y el de la genética aplicada. La primera considera los fenómenos de la herencia y la variación desde su efecto exclusivamente científico, sin considerar su aplicación; la segunda por su parte aprovecha todos los conocimientos proporcionados por la genética general para conseguir la mejora de las plantas cultivadas y de los animales domésticos o para descubrir en la especie humana la influencia que tiene en la manifestación de caracteres específicos.
La genética aplicada puede orientarse en tres direcciones: la genética vegetal, genética animal y genética humana.
La genética vegetal estudia los métodos que pueden emplearse para la obtención de nuevas variedades en las plantas cultivadas, y para la mejora de las ya existentes. Además investiga el modo de manifestarse y modificarse los caracteres de mayor interés agronómico o individual, en las plantas importantes, y el modo de conducir la mejora de estas en relación con cada uno de ellos, así como la conservación de las características de nuevas variedades.
Muchos autores denominan a la genética vegetal como mejoramiento genético de las especies, o fitomejoramiento; no obstante, esta denominación no cambia el contenido antes señalado. Existe también dentro de la genética vegetal, el mejoramiento genético específico de las especies; así encontramos el mejoramiento genético, de la caña, el arroz, el café, los cítricos, etc.










lunes, 8 de abril de 2013

BOSQUEJO HISTÓRICO

Aunque la herencia ha sido un fenómeno familiar desde épocas remotas en todo el mundo, fueron necesarios muchos estudios y tiempo para aclarar los enigmas y pensamientos oscurantistas que perduraron en la antigüedad. Es razonable, que una comprensión científica de la herencia solo podrá alcanzarse a partir del conocimiento de hechos básicos biológicos, particularmente los relacionados con la reproducción y los medios por los cuales se perpetua la substancia viva.
En los siglos pasados, los hombres de ciencia emitieron hipótesis para explicar el origen y formación de las especies, estas hipótesis jugaron su papel en un momento determinado y las mismas sirvieron para dar origen a otras más avanzadas.
La ciencia en la generación espontánea compartida por numerosos materialistas hasta el siglo XIX no llegó a extinguirse completamente hasta que Louis Parteur y otros, probaron que la herencia y la materia viva van íntimamente ligadas.
Bonnet y otros enunciaron la llamada teoría de la preformación y la epigenesis. Estas teorías presumían que el cuerpo del hombre estaba ya preformado en el espermatozoo o en el huevo.
En 1866 Darwin expone su teoría de la pangénesis; la cual considera que cada célula del cuerpo producía sus propias copias llamadas gémulas que yendo a través del torrente circulatorio llegaban a las células sexuales y las transmitían las características del organismo.
Weiman desafiando la ciencia de los caracteres adquiridos, desarrolló la teoría del plasma germinal, que representó un paso hacia adelante en la comprensión de la herencia. Consideró a los tejidos reproductores – las células germinales y las que de ellas proceden como plasma germinal, que supuso separado y distinto de los otros tejidos del cuerpo (somatoplasma); Weiman demostró que el plasma germinal se perpetúa a si mismo, e inicialmente, engendra la formación del resto del cuerpo, el soma. El lenguaje moderno (que no empleó Weiman) deberíamos decir que los genes se reproducen por si mismo y que el resto del cuerpo es un subproducto de su autoreproducción. Esto explica por que los cambios inducidos por el ambiente en el cuerpo, en el soma, no se transmiten al plasma germinal, como ocurriría si la pangénesis fuera cierta. Por tanto, los caracteres adquiridos no se pueden heredar.





LA GENÉTICA EN EL SIGLO XX MENDEL

Las primeras pruebas que todavía son las más concluyentes de la existencia de genes, proceden de fenómenos de segregación de caracteres observados en la descendencia de híbridos entre individuos o cepas que difieren en algún aspecto reconocible.
El principio de la segregación fue formulado por Gregorio Mendel, bajo tan peculiar circunstancia, que el mundo científico no la apreció o reconoció hasta después de transcurrido un lapso de 34 años.
Mendel suministró la primera prueba de una teoría que explica la herencia mediante la transmisión de unidades en las células reproductoras, con lo que se puso fin a las teorías anteriores.
Mendel trabajó durante 7 años con variedades de guisantes, presentó los resultados de sus experimentos, juntamente con las generalizaciones que actualmente se conocen como “Leyes de Mendel”.









ALGUNOS GENETISTAS DEL SIGLO XX


En 1900 la ley de la segregación fue descubierta de nuevo casi simultáneamente por tres investigadores deferentes, que obtuvieron resultados semejantes a los de Mendel. Estos tres científicos De Vries en Holanda, Correns en Alemania y Tscherma en Austria proclamaron la importancia de los trabajos de Thomas A. Morgan, a los inicios de este siglo, partiendo de los principios mendelianos y trabajando en drosophila, Melanogaster formuló la teoría cromosómica de la herencia.
Johnson en 1911 distinguió los conceptos de genotipo y fenotipo que aclaró muchas dudas en su época. En 1937 Muller probó que era posible provocar cambios genéticos utilizando rayos X en Drosophila.
Más recientemente en 1953, Watson y Crik proponen un modelo que explica la duplicación del material genético.